Mateo 20 es el vigésimo capítulo del Evangelio de Mateo del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. Jesús continúa su viaje final a través de Perea y Jericó, dirigiéndose hacia Jerusalén, en la que entra en el capítulo siguiente.
Texto
El texto original fue escrito en griego koiné. Este capítulo está dividido en 34 versículos.
Testigos textuales
Algunos manuscritos tempranos que contienen el texto de este capítulo incluyen:
- Codex Vaticanus (325-350 d. C.)
- Codex Sinaiticus (330-360)
- Codex Bezae (c. 400)
- Codex Washingtonianus (c. 400)
- Codex Ephraemi Rescriptus (c. 450)
- Codex Purpureus Rossanensis (siglo VI)
- Codex Petropolitanus Purpureus (siglo VI; existen los versículos 7-34)
- Codex Sinopensis (siglo VI; se conservan los versículos 9-34)
- Papiro 83 (siglo VI; se conservan los versículos 23-25, 30-31)
Texto bíblico
[1]
Estructura
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La New King James Version (NKJV) organiza este capítulo de la siguiente manera:
- La Parábola de los trabajadores de la viña (20:1-16)
- Jesús por tercera vez predice su muerte y resurrección (Mateo 20:17-19; Marcos 10:32-34; Lucas 18:31-34)
- Grande es servir (Mateo 20:20-28)
- Dos Los ciegos reciben la vista (20:29-34).
Continuidad con el capítulo 19
Versículos 1-16
La parábola de los trabajadores de la viña viene a explicar la frase anterior (19,30); de hecho, acaba con una expresión muy semejante. En un primer contexto, parece que está referida al pueblo hebreo: Dios lo llamó a primera hora, aunque al final se ha dirigido también a los gentiles. La parábola enseña la bondad y la misericordia de Dios, superior a los criterios de justicia humanos. Todos somos deudores de la libre disposición de la bondad divina que nos ha llamado a trabajar en su viña. Ni Dios es injusto ni nosotros debemos juzgarle. Nuestra actitud natural debe ser el agradecimiento:
Por otra parte, resalta que lo importante es responder positivamente a la llamada divina sin importar el momento en que se produzca. Serán verdaderos discípulos los que conozcan esa bondad divina y la manifiesten con obras:
Jesús predice su muerte y resurrección por tercera vez
Versículos 17-19
Subiendo a Jerusalén, para cumplir el designio divino, Jesús, obediente, afronta el riesgo de la muerte y la predice por tercera vez. Además, prepara el ánimo de sus apóstoles para que cuando llegue la prueba recuerden que Él la había profetizado y este recuerdo les ayude a superarla. El tercer anuncio de la pasión es descrito con más detalle por Mateo que por los otros dos sinópticos, ya que Jesús no sólo habla de su muerte sino que describe al vivo de qué manera va a ser denigrado.
Grande es servir
Versículos 20-28
Jesús corrige las ambiciones excesivamente humanas de los apóstoles y de la madre de los Zebedeos —Santiago el mayor y Juan— afirmando la primacía de la voluntad de Dios y de la actitud de servicio. Con un lenguaje litúrgico–sacrificial, Jesús expresa con claridad que en Él el servicio llega hasta el ofrecimiento de su vida. La tradición señaló cómo se cumplió este anuncio de Jesús en la vida de aquellos hermanos:
Las palabras del Señor, además de corregir a los hijos del Cebedeo, son una enseñanza para todos sus discípulos (vv. 25-28). Jesucristo se presenta a Sí mismo como ejemplo que debe ser imitado por quienes ejercen la autoridad en la Iglesia. Él, que es Dios y Juez que ha de venir a juzgar al mundo,[9][10][11] no se impone, sino que nos sirve por amor hasta el punto de entregar la vida por todos. Así lo entendió San Pedro, que exhorta a los presbíteros a que apacienten el rebaño de Dios a ellos confiado, no como dominadores sobre la heredad, sino sirviendo de ejemplo; y San Pablo, que no estando sometido a nadie, se hace siervo de todos para ganarlos a todos [12][13] La expresión «en redención por muchos» no debe interpretarse como una restricción de la voluntad salvífica universal de Dios. «Muchos» aquí no se contrapone a «todos» sino a «uno»: uno es el que salva y a todos se les ofrece la salvación.[14]
Versículos 29-34
Los tres evangelios sinópticos recuerdan tanto el milagro de Jesús en Jericó como el título mesiánico —«Hijo de David»— que los ciegos le dan en la antesala de su manifestación en Jerusalén. Sobre esos hechos, cada evangelista subraya un aspecto peculiar. Los tres anotan la fe, que se manifiesta en los gritos de auxilio, y el agradecimiento que se expresa en el seguimiento versículo. San Mateo, como otras veces, apunta que los ciegos eran dos y también es el único en ver la causa de la curación en la compasión de Jesús:
Salida de Jericó
La narración de Mateo retrata la curación de dos ciegos que tiene lugar cuando Jesús, sus discípulos y una gran multitud salen de Jericó, aunque no se describe su paso de vuelta por el río Jordán ni su llegada a Jericó. La Versión etiópica, por ejemplo, dice aquí "cuando salían de Jerusalén".[17]
Véase también
- Milagros de Jesús
- Santiago el Mayor
- Juan el Apóstol
Referencias
Bibliografía
- Allison, Dale C. Jr. (2007). «57. Matthew». En Barton, John; Muddiman, John, eds. The Oxford Bible Commentary (first (paperback) edición). Oxford University Press. p. 885. ISBN 978-0199277186. Consultado el 6 de febrero de 2019.
- Chouinard, Larry (1997). Matthew. ISBN 0-89900-628-0.
- Gundry, Robert H. (1982). Matthew a Commentary on his Literary and Theological Art. Grand Rapids: Wm B. Eerdmans.
- Jensen, Richard A. (1998). Preaching Matthew's Gospel. ISBN 978-0-7880-1221-1.
- Phillips, John (2005). Exploring the Gospel of Matthew: An Expository Commentary. The John Phillips Commentary Series 1 (reprint edición). Kregel Academic. ISBN 9780825433924.
- Toussaint, Stanley D. (2005). Behold the King: A Study of Matthew. ISBN 0-8254-3845-4.
- Varios autores (1997). Sagrada Biblia (tercera edición). Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-0433-2.
Enlaces externos
- KJV King James Bible - Wikisource
- English Translation with Parallel Latin Vulgate
- Online Bible at GospelHall.org (ESV, KJV, Darby, American Standard Version, Bible in Basic English)
- Multiple bible versions at Bible Gateway (NKJV, NIV, NRSV etc.)
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