Las elecciones primarias abiertas de COPEI fueron realizadas el 25 de abril de 1993, en las que no solo los militantes de COPEI, sino cualquier ciudadano venezolano con derecho a voto, podía participar.
Contexto
La iniciativa de realizar primarias abiertas surgió, entre otros fines, evitar divisiones y generar confianza dentro del partido.[1] Así mismo el propósito de la elección fue la escogencia de un candidato dentro de las filas para participar en las elecciones generales de 1993.[2]
Sin embargo, la situación se tornó más compleja cuando Rafael Caldera, uno de los líderes históricos de Copei, empezó a mostrar señales de distanciamiento y se planteó la posibilidad de lanzar una candidatura independiente, con el apoyo del Movimiento al Socialismo (MAS).[3] A esto se sumó la participación de otras figuras políticas relevantes, como Oswaldo Álvarez Paz, gobernador de Zulia, y Humberto Calderón Berti, ex canciller, quienes también aspiraban a la presidencia. Álvarez Paz, por su parte, intentó posicionarse como una figura de «renovación sin ruptura», evocando la continuidad de la trayectoria política de Caldera, pero desde una perspectiva más joven y renovada.[1]
Resultados
Felipe Montilla, presidente de la Comisión Electoral Nacional, anunció los resultados parciales, aunque definitivos, a última hora de la tarde del 25 de abril: «60,9 % para Álvarez Paz, 33,9 % para Fernández y 5,2 % para Humberto Calderón Berti». Álvarez Paz obtuvo casi el doble de votos que Eduardo Fernández, lo que consolidó su posición como el candidato favorecido en estas elecciones internas.[1][4]
Consecuencias
El triunfo de Álvarez Paz generó inquietud entre los líderes de COPEI, incluido el expresidente Luis Herrera Campíns, quien reconoció que, pese a las ventajas electorales que este candidato podría ofrecer, la figura de Rafael Caldera se les escapaba en un momento crucial. A pesar de su pesimismo previo sobre la fragmentación del partido, Herrera Campíns apeló a la esperanza de una reconciliación «Creo que ahora, más que nunca, se impone, no solamente la prédica, sino el ejercicio del diálogo para tratar de llegar a una unificación de los espíritus. Pienso que algo nuevo se está abriendo en el país y tenemos que actuar con mucho equilibrio, patriotismo y solidaridad».[1]
Este resultado electoral, aunque favorable para Álvarez Paz, profundizó las divisiones dentro del partido, poniendo en duda su capacidad para presentarse como una fuerza unida de cara a las elecciones presidenciales de ese año.[1]
El 29 de abril, desde Nueva York, Caldera comentó al respecto de los comicios internos: «Si yo he sostenido que el país no desea una fórmula partidaria, sino de unión para resolver los problemas, si hubiera ido a ese certamen y hubiera vencido, me hubiera convertido en el candidato de un partido e indudablemente sujeto a los condicionamientos de un cogollo».[1]
Véase también
- Primer intento de golpe de Estado de Venezuela de 1992
- Segundo intento de golpe de Estado de Venezuela de 1992
Referencias




